El coronavirus y la segunda semana de confinamiento

El coronavirus y la segunda semana de confinamiento.

«¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?»
Blaise Pascal

Estamos en la segunda semana de confinamiento, los efectos del coronavirus sobrevuelan en el ambiente de manera inexorable.

Pensamos y nos conmueve a distintos niveles, el fundamental y prioritario el de la salud, el miedo a contagiar y contagiarnos, a nosotros y a los demás, a nuestros mayores o a personas cercanas delicadas.
Sin embargo, no es el único, llevamos de manera estoica el quedarnos en casa (hasta los niños) pero echamos de menos el tocar, sentir, acompañar, reír y también consolar a quien sufre, etc. Aunque es cierto que hemos encontrado otros modos, y de momento, nos sirven.

Tampoco podemos olvidarnos del latigazo inquietante y desgarrador que esta pandemia nos ha traído, la parada económica global. Personas que se han quedado ya sin trabajo, que no podrán reabrir sus negocios, que no les alcanza para llegar a final de mes y cubrir gastos para vivir. Inmersos en la incertidumbre del presente y del futuro.

Ante todo esto, me queda pensar que somos humanos, seres con alma y seres sociales, que todavía creemos en mirar a los ojos, en crear redes de sostén emocional y solidaridad, en colaborar mano con mano y hombro con hombro (aunque sea virtualmente) por salir de ésta y construir un mundo mejor, donde (con)vivir y no donde malvivir…